lunes, 4 de enero de 2016

¿Buenos propósitos?



¿Cómo les ha ido con el comienzo de este nuevo año? Confío que bien, aunque visto de un punto pesimista… no creo que un segundo haga la diferencia. Las circunstancias, las convicciones, y hasta las esperanzas en que se vive no deberían marcarse por un lapso de tiempo tan efímero o, por lo menos, no tendríamos que atribuirle tanto poder.

Parece que el mercado nos ha rodeado el cuello y nos tiene pendiendo de un hilo; alguien puede explicar por qué el ajetreo “normal” de estas fechas nos puede brindar felicidad. Hemos predeterminado un estado a pequeños estímulos que conllevan grandes esfuerzos.

Primero, la navidad. Es una época linda del año, por el atribuible sentido espiritual, sin embargo, ¿quién lo recuerda mientras una larga fila se interpone entre el presente soñado (con el cual se piensa hacer feliz a otro) y la caja para el pago? O con la cena, el trámite más insatisfactorio de todos.

En segundo lugar, los preparativos del año que se aproxima. Los siete días que separan las fiestas no consiguen ser suficientes. Las filas continúan, ahora en el supermercado; lugar donde ni las ofertas ni los problemas escasean.

No considero ser detallista, porque asentado está que en su mayoría tienen sus propias experiencias con la fecha.

Las frases típicas como: “¡Qué se cumplan todos tus deseos!”, “¡Qué este año sea mejor que el anterior!”, agotan la paciencia; también, los discursos pre y post momento, donde no falta el irrepetible personaje que año tras año menciona lo mismo.

Por mi parte, no sé bien qué decir; tal vez… que se esmeren, que ponga todas sus esfuerzos en lo que los apasiona, que no permitan que los malos momentos los detengan, que su bienestar sea pleno y no permitan que las circunstancias o las personas interfieran en él; pero sobre todo que aprendan, los días no pasan en vano. Llegará el momento en que mirarán  su pasado y lo harán sin resentimiento, lo harán de una manera sabia; donde todo lo vivido se verá reflejado en el espejo, ni tan mágico, que es la vida.