domingo, 23 de diciembre de 2012

Dulce´s premios antes de navidad


Hoy, mis queridos amigos deseo agradecer dos premios a una persona muy especial para mí. Se trata de D.C. López o, como la mayoría de ustedes la conoce, Dulce. Sí, la fundadora y una de las administradoras del “Club de las escritoras”. Ella, en su blog personal "Retazos de imaginación" me ha concedido los premios que les presentaré más adelante.

Ya no les entretengo (o aburro) más, les dejo con los premios.


El primero de ellos es: “Premio Liebster”, que trae consigo los siguientes requisitos:

1. Copiar y pegar el premio en el blog enlazándolo con el blogger que te lo ha otorgado.
2. Premiar a tus 5 blogs favoritos con la condición de que tengan menos de 200 seguidores y dejarles un comentario en sus entradas para notificarles que han ganado el premio
3. Confiar en que continúen la cadena premiando a su vez a 5 blogs preferidos.

Y bien, en esta oportunidad deseo dar el premio a los siguientes blogs:



El segundo premio es: “Campaña de incentivo a la lectura”; y trae consigo cuatro requisitos que son:

1. Nominar 10 blogguer@s para que se lleven a su rinconcito virtual esta campaña y avisarlos
2. Poner este logotipo en el blog, en un sidebar.
3.  Indicar quien te nominó y la lista de nominad@s que ese persona nominó.
4. Responder a esta pregunta: ¿Qué libro aconsejas para una persona que comienza a leer?

Para cumplir con el primer requisito nomino a los cinco primeros blogs que mencioné con anterioridad, más:

9.- nebulosasenpapiro.blogspot.com
0.- 

Dejo ese espacio vacio para los nuevos blogs amigos que pueda llegar a conocer, ese es mi deseo para estas fechas.

El segundo requisito lo verán cumplido si pinchan aquí.

El tercero lo cumplo incluyendo la lista nominativa de Dulce:

- Vampiresa
- Paz
- Jennieh
- Marilí Acosta
- Kike
- Aglaia Callia
- Destiny Administration
- J. A. Mitdia
- Fairytale
- Tiquicia Vargas

 Y bueno, el último de los requisitos lo cumplo respondiendo a ésta pregunta:

¿Qué libro aconsejaría para una persona que comienza a leer?

Después de mucha meditación con respecto al tema he llegado a la conclusión que el libro que recomendaría para que leyeran sin lugar a dudas es “Orgullo y Prejuicio”; no, es una broma. Ésa hubiera sido mi respuesta más obvia, porque verdaderamente siento un gran aprecio y admiración por él y su autora, pero creo que no es tan recomendable para una persona que recién desea introducirse en el mundo de los libros, bueno teniendo en cuenta que tomo la pregunta de manera literal.

Bien, yendo de lleno a la pregunta creo que sería “Mi planta de naranja-lima” de José Mauro de Vasconcelos, pienso que esta historia puede satisfacer a todas las edades en sus gustos. No puedo describirles las sentimientos que despertó en mí. Esta novela brasileña, la recomiendo cien por ciento; cada vez que recuerdo alguno de sus pasajes se hace un nudo en mi garganta, es un libro maravillo sin lugar a dudas y habla del proceso por el que casi todos los seres humanos llegamos a pasar, esa transición de una etapa de la vida a otra, claro que aquí, el pequeño Zezé despierta al mundo de una manera rápida y cruel. Si lo han leído o tienen curiosidad por leerlo y, lo hacen, por favor, no dejen de comentarme que tal su experiencia con el libro.

Ahora que ya he terminado me despido deseándoles una linda tarde de domingo.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Búsqueda (final)





Mientras pensaba en los amigos que dejaba atrás mis manos no evitaron su encuentro con las de Ángel quien se había acomodado a mi lado al percatarse que mi padre dormía profundamente. El “querida” que hace unos momentos relaté, y al cual ridiculicé en mi interior, ahora tiene otro significado. Después de terminar la entrevista con mi padre, Ángel apareció en la salita un tanto nervioso. Mi padre hizo un extraño gesto que no pude ver con claridad y me dejó a solas con él.

— ¿Por qué huiste del lado de tu padre?

La pregunta que llegó de golpe, no me dio tiempo siquiera para pensar en una respuesta que ocultara una parte de la verdad.

—Lo hice para encontrarte y…—mi lengua se frenó de inmediato al comprender que tal vez nuestros sentimientos no eran iguales.

—Termina, estoy esperando la respuesta.

La seriedad de su rostro me hizo dudar, pero a esa altura, con mi primera respuesta, no tenía sentido ocultar la verdad.

—Fue para encontrarte y decirte que…—miré avergonzada por la ventana antes de sacar fuerzas y aceptar el motivo principal de mi escape— Yo… también te amaba.

—Lo has dicho en pasado—me dijo mientras daba un paso hacia atrás.

—Me refiero a que era lo que necesitaba decirte en aquel instante—levanté mi rostro con toda la valentía que se produjo por aquella conversación—para mí nunca ha sido mi pasado, siempre, durante todo este tiempo, ha sido mi presente

El silencio que se produjo después de mi intervención me hizo sentir avergonzada. Tal vez, era tarde para expresarle mis sentimientos; dirigí entonces mi vista al suelo con los ojos inundados en lágrimas, la sordera producida por los gritos ahogados de mi interior no permitieron que me percatara que Ángel estaba frente a mi nuevamente.

Por qué llorasme preguntó con una voz suave, como la que utilizaba antes conmigo.
          
Aún no lo hago- le respondí con toda la fuerza que me quedaba.

¿Y qué te aflige entonces?me dijo con seriedad.

No tuve otra opción más que responder con la verdad, pensé que aquello era lo mejor para dar por terminada mi búsqueda.

El darme cuenta que tu ya no sientes lo mismo.

— ¿Por qué has pensado algo así?

—Por tu silencio… él habló por ti.

— ¿Al parecer esa mala costumbre de pensar por otros aún no la desechas?me dijo en un tono más alto y severo; ¿por no amarte es que he pasado tantos años tras tus pasos?, he ido a cada lugar donde me han dado una pista sobre ti; ¿por no amarte es que fui a buscar a tu padre y le solicité que fueras mi esposa?

Su evidente agitación me sorprendió, pero no menos que sus palabras. Él seguía amándome, había planeado una vida junto a mí.

En ese instante me decidí a romper por completo la distancia que nos separaba y me aferré a él como antes. De pronto, me percaté de la presencia de mi padre.

Creo que un poco de distancia entre ustedes estaría bien. Ese tipo de demostraciones déjenlas para más adelante, exijo un mínimo de respetose dirigió a nosotros con una sonrisa.

Ángel, tomó muy en serio la recomendación de papá y no fue hasta que lo creyó dormido que se acercó nuevamente.

El calor de sus manos me reconfortó, sus caricias me hicieron saber nuevamente que me amaba, que nos necesitábamos para seguir viviendo.

Tontame dijo mientras tocaba mi nariz, por qué te fuiste, yo volví por ti a las dos semanas de tu rechazo. Siempre lo hubiera hecho, aunque me hubieras rechazado un millar de veces.

Seguro que lo habrías hechole pregunté.

Una y mil veces, créeme, pero ha sido mejor así.

¿Por qué lo dices?

Tardó tanto en responder a mi pregunta que por un momento me convencí que no la había oído, pero antes de besarme me dijo en un susurro:

Porque ahora estoy seguro que me amas.



lunes, 17 de diciembre de 2012

Búsqueda (cuarta parte)





Cuando logró acercarse y, llevarme al presente, un nudo en la garganta me impidió hablar; fui presa de varias sensaciones, que hasta el día de hoy no logro definirlas plenamente.
  
— ¿Es qué a pesar del paso del tiempo no piensas hablar conmigo?la brusquedad tanto de su voz como de sus palabras me llevaron rápidamente al presente.

— ¿Ángel, eres tú?traté de mostrarme sorprendida.

Si hubiera sabido que eras tan mala para mentir, créeme, jamás me habría ido de tu casa sin antes hablar con tu padre sobre mi propuesta.

¿A qué te refieres?

A esta altura no tiene mayor importancia. ¿Quieres acompañarme a tomar un café?mientras me hablaba ya había comenzado a conducirme hacia el lugar.

¿Café?, no gracias. Sigo prefiriendo el sabor del té, esa bebida es un poco fuerte ¿no lo crees?

No sé, hace tiempo que lo tomo y nunca me he sentido mal; por el contrario, creo que me ayuda a vivir mejor.

Todo depende, en mi caso nunca lo he querido probar, su solo olor me causa malestar.

Su sonrisa repentina me llevó a mirarle con asombro y antes de que pudiera pronunciar palabra alguna me dijo:

¡Por Dios! es impresionante que nuestra conversación se limite a saber la opinión que tenemos sobre el café. No nos hemos visto por años y tú deseas en este momento hablar sobre ¿si nos debería o no gustar el café?

Es que…bueno, no sé por dónde empezar. Como tú dices son años de no vernos y no veo qué otro tema podamos tener para conversar.

Su mirada de me hizo saber, una vez más, que me había equivocado al pronunciar esas palabras.

— ¿Nada más? ¿Sinceramente crees que no tenemos nada de qué conversar?; me sorprende saber que después de todo no abandonaste tu casa por mí.

Sus palabras me llevaron a reflexionar: ¿cuánto sabía sobre todo lo ocurrido conmigo?

Tomamos nuestras respectivas bebidas en silencio. Su mirada era distante, parecía estar muy lejos de allí. No aguanté la tensión del momento y le pregunte en qué pensaba.

En ti y en todo lo que hemos perdido respondió lentamente mirándome a los ojos.

¿Y qué hemos perdido? Después de todo ninguno ha tenido obligación con el otro, nunca.

Eres cruel, lo sabes, ¿verdad?

Sí, lo sé. He sido cruel contigo, no sabes cuánto me arrepiento de haber actuado de esa manera. Deseaba llorar, pero no pude. No me dio tiempo para ello.

Cuando se levantó repentinamente y me tomó con fuerza la muñeca izquierda quise gritar, pero su mirada de reprensión me hizo callar al instante. En ese momento ninguno de los dos estaba para que mi antiguo yo saliera y hablara por mí. Ambos teníamos mucho por decirnos.

Fui conducida hasta un hostal; donde me atendieron bastante bien, la muchacha de servicio, me miraba con creciente asombro cada vez que entraba a la habitación. No supe el porqué de todas sus miradas hasta que me paré frente al espejo. La otra mujer que se había encargado de prepararme para la cena me había convertido en la otrora señorita que alguna vez fui, pero que por un tiempo estuve muy dispuesta a olvidar. Mi cabello fue recogido como antes, aunque confieso que llevarlo suelto no tiene nada de reprochable y cada vez que puedo lo hago, aunque eso lo dejo para la intimidad de mi hogar.

Ángel, no apareció hasta la mañana siguiente. Llena de angustia por lo que podía haberle ocurrido me levanté con la firme decisión de obtener noticias de él. Ninguno de mis planes fue necesario llevarlos a cabo, cuando me disponía a salir de mi habitación su voz me detuvo al instante.

— ¿Para dónde cree que va la señorita?

Mi sorpresa y preocupación parecieron agradarle.

Hay alguien que desea hablar contigo, querida.

¿Querida?, de dónde había sacado esa palabra, ¿querida? ¡Qué ridículo! Mi cara una vez parecía sorprenderle y con una sonrisa me condujo hasta un pequeño comedor dónde aguardaba el visitante.

Cuando vi a mi padre no pude contener las ganas de correr y abrazarlo con fuerza. Parecía sorprendido ante tan efusiva muestra de cariño, pero hacía tanto que ansiaba estar junto a él. La vergüenza de no saber qué decir cuando llegara a casa me había detenido por mucho tiempo, yo desde hacía mucho había querido regresar, pero qué explicación le daría a mi padre. Sinceramente creí que jamás volvería a verlo, yo, sin duda, era la deshonra familiar y una decepción para él. Pero para mi sorpresa, su reacción, luego de recuperarse de la mía, no fue menor; acarició mis mejillas y comenzó a besar mi frente con dulzura. Su abrazo, me transportó a los cálidos recuerdos de mi niñez, donde, él, siempre estuvo presente; complaciendo cada uno de mis deseos.
          
En ningún momento aparecieron palabras  de reproche por mi conducta, creo que estaba seguro de cuál sería mi reacción si algo como aquello hubiera tenido lugar durante nuestra entrevista. Lo que mi padre no sabía era que yo no era la misma jovencita de antes. Tuve que aprender con las caídas, las que me ocasionaron heridas y que no me dieron tiempo para procurarles más cuidados que el de no volver a cometer los mismos errores. 


Continuará…